Resumen
El poema, en su expresión oral o en su decir en voz alta, propicia un acontecimiento. En ese instante, la identidad de los elementos se desvanece para dejar aflorar su condicionalidad: las relaciones sonoras que engarzan la realidad como un magma o un tejido en el que nada es por sí mismo, sino en un encuentro donde la identidad queda comprometida. El poema se convierte en un método para cuestionar el concepto de sujeto y en un cauce ético y político para realizar un gesto compasivo.