Resumen
Este artículo plantea que en los cuentos “Las cosas que perdimos en el fuego”, de Mariana Enriquez, y “Subasta”, de María Fernanda Ampuero, la repulsión accionada por la autoviolencia volitiva de los cuerpos deformes y repugnantes femeninos potencializa su reconfiguración como objetos de deseo, insertándose en un afuera de la mirada deseante que impera sobre ellas. Para ello, primero se analizará el cuerpo como un constructo social conforme a los planteamientos de David Le Breton. Esto se relacionará con la producción de deseo enmarcado social y culturalmente, a partir de los planteamientos de Deleuze y Guattari. Después se expondrá la manera en la que los personajes femeninos se reapropian de su agencia por medio de la autoviolencia volitiva y su papel como catalizador de cambio opuesto al esquema anterior. Para, finalmente, indagar en cómo esa autoviolencia transforma los cuerpos femeninos en repugnantes ante los observadores y la manera en la que este cambio reconfigura la relación de deseo, a partir de los plantemientos de Sara Hainämaa.